San jacobo casero.
¿Harto de comer los puñeteros san jacobos que venden en los supermercados?
Aquí algo distinto que se hace enseguida y te puede sacar de un apuro.
Se necesitan huevos, pan rallado, aceite, queso y pechuga de pavo (sin sal, en este caso)
Se baten los huevos en un plato y en otro se coloca el pan rallado.
El proceso es de lo más sencillo del mundo, se colocan dos lonchas de pechuga una encima de otra y una loncha de queso en el medio.
Mientras se calienta el aceite, rebozas el san jacobo.
Lo siguiente es calentar el san jacobo hasta que quede a tu gusto.
Y walá.
En el supuesto de que sobre huevo, se puede apañar para cualquier cosa.
1 comentario:
Son mi especialidad :P
Ricos, ricos.
Biquiños, pequecho.
Publicar un comentario