sábado, 8 de enero de 2011

Libélula

Libélula, Rúa do doutor Maceira. (la calle del instituto Pondal)
Santiago de Compostela.

Hace unos años, una avispada de nuestra clase fue a elegir como local de cena de fin de trimestre el típico bar de desayunos que hay al lado de los colegios.
Como dudo que celebren muchas cenas allí, el dueño aceptó pensando únicamente en hacer caja.
Los menús típicos para estas ocasiones son tortilla, patatas fritas, churrasco bla bla bla.
Bien, una tortilla de pimientos fría que nadie comió, unas empanadillas de tomate frías que nadie comió, croquetas, calamares fritos a la romana que tampoco se comieron, patatas fritas y churrasco.
Las partes donde indico "nadie comió", todos probamos una y no volvimos a repetir porque era intragable.
El churrasco era de sartén y el dueño se sentó en nuestra mesa mientras intentábamos comer algo.
Podría parecer buenrollismo pero mentira, mientras hacía preguntas a las mujeres de la cena, se dedicaba a insultar y descalificar al cocinero.
La comida horrible y un dueño un baboso.

PD: Sí, estábamos solos en el bar,

No hay comentarios: